En el marco de la operación Escarlata II, mediante diligencias de registro y allanamiento realizadas en simultáneo, la Policía Nacional logra desarticular la banda delincuencial conocida como los bravos, capturando 15 personas las cuales eran requeridas mediante orden judicial, por los delitos de concierto para delinquir agravado, extorsión, instigación para delinquir, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, uso de menores de edad para comisión de delitos, financiación de recursos de actividades terroristas y fabricación, tráfico, porte de armas de fuego y municiones.

Las acciones se registraron en el municipio de Cimitarra, en un operativo de la Seccional de Investigación Criminal SIJIN, donde lograron tras un efectivo proceso de investigación, la individualización, identificación y  judicialización de cada uno de los integrantes de la banda delincuencial, a quienes se les atribuye, la comercialización, distribución y venta  de sustancias estupefacientes en el municipio de Cimitarra y extorsiones a prestamistas de dinero mediante la modalidad gota a gota; quienes amenazaban a sus víctimas utilizando vocabulario soez y citaban a las salidas del municipio y les hacían exigencia de una cuota mensual de $1.500.000 por cada cobrador el cual debía ser entregado a final de cada mes.

Esta banda delincuencial tenía como zona de injerencia los municipios Cimitarra, Puerto Araujo, Puerto Parra (Santander), Puerto Boyacá (Boyacá) y Puerto Berrio (Antioquia). Donde estarían haciendo exigencias de medios logísticos como motocicletas y dinero, con el fin de mantener logística y financieramente la organización y según ellos combatir la llegada de otras organizaciones como el ‘clan del golfo’ y disidencias del ELN al igual que combatir los hurtos y consumo de estupefacientes, lo cual les permitían controlar la venta de los alucinógenos y así mismo utilizar a personas de bajos recursos, para transportarlos a los diferentes lugares de venta y consumo.

Con la captura de estas quince personas pero principalmente de “purino”, se logra neutralizar las acciones delincuenciales que atentan contra la salud pública y la integridad de la ciudadanía, consolidando la convivencia y seguridad ciudadana en estas localidades.

En los operativos se logró la incautación de cinco armas de fuego (cuatro pistolas, una escopeta, 12 cargadores y 97 cartuchos calibre 9 y 12 milímetros.

Los capturados fueron dejados a disposición de la Fiscalía Primera Especializada de Barrancabermeja Santander, de donde ser hallados culpables enfrentarían una pena entre los 8 y 10 años de prisión.