Policía y Armada, unidas por Clara Yisel

Uniformados de las dos instituciones prepararon comidas rápidas y las vendieron en las calles de Tumaco para remodelar la casa de una niña.

Las 11 de la mañana del miércoles 9 de abril de 2014, en el barrio Panamá, de Tumaco, un ataque terrorista dejó seis heridos, entre ellos a la niña Clara Yisel Estacio, de 8 años, a quien se le incrustó una esquirla en la columna vertebral. Aunque los médicos lograron salvarle la vida, luego de diversas intervenciones quirúrgicas, la niña finalmente perdió la movilidad en sus piernas. Al conocer su drama, efectivos del Distrito Especial de Policía Tumaco se unieron con la Infantería de Marina y lanzaron la campaña ‘Colombianito por Tumaco’, para atender las necesidades de Clara Yisel y su familia, quienes vivían en precarias condiciones.

Inicialmente, tocaron puertas del comercio y entidades privadas, e hicieron una colecta que sirvió para comprarles un poco de mercado y suplir algunas de las necesidades más apremiantes. Luego se dieron a la tarea de conseguir los fondos para reconstruirles y remodelarles la casa. Policías e infantes de Marina no tuvieron problema alguno en ponerse delantales y meterse a la cocina a preparar comidas rápidas y luego salir a venderlas, puerta a puerta, siempre moviendo el corazón de los ciudadanos diciéndoles que esta labor buscaba brindarles a estas personas de escasos recursos la oportunidad de tener una vivienda digna y así mejorar su calidad de vida. ¿Quién no le compra a un policía o a un soldado que hace semejante gesto de solidaridad? La respuesta fue contundente.

Además de vender todo lo preparado, distintos ciudadanos hicieron aportes y contribuciones, en efectivo y materiales, para iniciar las obras. Así mismo, se lograron recolectar otros cinco millones de pesos para amoblar en su totalidad la residencia. Días después se realizó el acto protocolario de entrega de la nueva vivienda para Clara Yisel y su familia, víctimas del conflicto armado que ese miércoles golpeó a Tumaco, pero que sirvió para despertar la solidaridad de un pueblo que se niega a convivir con la violencia. La unión de fuerzas por una labor social que hizo feliz a una familia.